jueves, 18 de abril de 2013
Leyenda sobre el origen de los cactus
La región de los Omaguacas (ubicada en la zona norte de los valles) era un lugar tranquilo y muy fértil. Los aborígenes del sur de los valles, el cual estaba muy seco y difícil para la agricultura, sentían envidia y mandaron a una mujer muy bella para conquistar al Curaca de los omaguacas (el jefe de los omaguacas) para distraerlo de su trabajo. Cuando ella logró su objetivo, los del sur atacaron a los del norte, los cuales estaban desarmados y confiados que no pasaría nada en aquel momento.
Casi todo el pueblo murió pero milagrosamente el Jefe Omaguaca se salvó, maldiciendo a los traidores. Les deseó que la tierra la cual conquistaron no les sea útil y así, el lugar que estaba tan verde y productivo, se volvió seco y arenoso.
Después de la transformación de la tierra, primero el Omaguaca y mas tarde los cuerpos de los que habían allí fallecido, se convertieron en la planta que muestra lo seco del lugar: El cactus. Y cuando el sol aparece, se abren las flores del cactus, en los colores blanco, rojo o amarillo. Y en aquellas mismas se muestran las almas de aquellos indios que murieron siendo buenos y muy trabajadores.
Buscando nombre III
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